
Aunque numerosos autores han venido señalando las contradicciones del 'afortunado'siglo XVI, fue Peter Kriedte quien indicó con más claridad hace algunos años los elementos problemáticos de esta etapa y las transformaciones que introdujo a largo plazo en el panorama económico del continente. Estos días estuve releyendo su obra clásica Feudalismo tardío y capital mercantil. Líneas maestras de la historia económica europea desde el siglo XVI hasta finales del XVIII. (Barcelona: Crítica, 1990; edic. orig. alemana, 1980) dedicada al estudio de la protoindustrialización y la acumulación de capital en Europa durante la edad moderna. Me he quedado con lo que -por mi riesgo y cuenta- denomino como 'crisis del siglo XVI', por diversos rasgos que me hacen pensar en ciertas dificultades económicas actuales y las reacciones que tenemos ante ellas.