Lo único que aprendemos de la historia es que no aprendemos de la historia (Hegel)

sábado, 29 de septiembre de 2012

El imperio resiliente. Declive y supervivencia de la Monarquía Hispánica.

Una de las características más sorprendentes de la Monarquía Hispánica es que fue una entidad política en crisis desde el mismo momento de su aparición. El grandioso periodo de Felipe II, en cuyos dominios 'no se ponía el sol', asistió ya a la sublevación de Flandes, bancarrotas sucesivas de la Hacienda, la peste, la despoblación e incluso avisos de los primeros arbitristas sobre los síntomas de decadencia.

Desde entonces, los territorios del rey de España no han hecho sino irse reduciendo paulatinamente ¡durante quinientos años! Un ejemplo maravilloso de resiliencia, pues pocas construcciones estatales han sobrevivido tanto tiempo a un desgaste tan continuado. Otra constante histórica es la forma poco adecuada en que se han gestionado estas amenazas territoriales (ochenta años de guerra en Flandes, treinta en Portugal, más de veinte en el continente americano, tres guerras en Cuba...), cuando en realidad el estado del conjunto no empeoró necesariamente cuando se reconocieron las repetidas secesiones, sino más bien al contrario.

Lo que ahora se habla sobre Cataluña y España me ha hecho estos días pensar en el peor momento de crisis de esa Monarquía, en 1640, cuando todo parecía desmoronarse. Y en un libro, Europa y el declive de la estructura imperial española. 1580-1720, de R. A. Stradling (Madrid: Cátedra, 1992; edic. orig. 1981), especialista, más que de la investigación, de la interpretación multifactorial de los hechos estudiados, y uno de los mejores conocedores del reinado de Felipe IV. Se cuenta entre los historiadores que más han hecho por reivindicar la racionalidad y capacidad de gestión de aquel Imperio hispánico y, al mismo tiempo, siempre se ha mostrado crítico con las peores características del sistema, dos cosas que nos pueden ayudar a entender por qué periódicamente entró en crisis y también, periódica y casi milagrosamente, aseguró su supervivencia.

sábado, 15 de septiembre de 2012

La crisis del siglo XVI

Si, no ha habido un error tipográfico en el título. Ya se que, hablando de crisis seculares, la del XVII se lleva la palma, y pocas veces ha habido un largo periodo de trazos tan oscuros como este. En comparación, el XVI y el XVIII parecen tiempos felices, de plenitud y desarrollo. Pero vivimos en un mundo de luces y sombras, y el 'crecimiento' siempre es relativo, en función de la distribución que se haga de sus beneficios.

Aunque numerosos autores han venido señalando las contradicciones del 'afortunado'siglo XVI, fue Peter Kriedte quien indicó con más claridad hace algunos años los elementos problemáticos de esta etapa y las transformaciones que introdujo a largo plazo en el panorama económico del continente. Estos días estuve releyendo su obra clásica Feudalismo tardío y capital mercantil. Líneas maestras de la historia económica europea desde el siglo XVI hasta finales del XVIII. (Barcelona: Crítica, 1990; edic. orig. alemana, 1980) dedicada al estudio de la protoindustrialización y la acumulación de capital en Europa durante la edad moderna. Me he quedado con lo que -por mi riesgo y cuenta- denomino como 'crisis del siglo XVI',  por diversos rasgos que me hacen pensar en ciertas dificultades económicas actuales y las reacciones que tenemos ante ellas.

domingo, 9 de septiembre de 2012

Civilización y barbarie

    Recientemente, han levantado mucha polvareda las tesis de Niall Ferguson, conocido historiador norteamericano de ideología ultraliberal, en la que se proclama decidido y ardiente defensor del imperialismo y el colonialismo. Para él, Europa occidental ha ofrecido al mundo un modelo de desarrollo económico y cultural muy superior al que podían aportar otras civilizaciones, y el proceso histórico que permitió extenderlo ha sido fundamentalmente positivo. El resultado final sería el triunfo actual del capital financiero que, como afirma el título de una serie documental de éxito dirigida por él, es lo que actualmente “mueve el mundo”.

    Sin entrar en el tema, me hizo pensar en un libro basado en otra serie de divulgación histórica, prestado por un amigo -gracias, Toni-, que indirectamente viene a cuento de esta disputa y nos habla de un imperialismo anterior: el romano. Se trata de Roma y los bárbaros: una historia alternativa, escrito por Terry Jones (antiguo miembro del conocido grupo 'Monty Phyton’) y Alan Ereira (director y productor de documentales históricos encargados por la BBC), transcripción en letra impresa de la serie televisiva The Terry Jones’ Barbarians (Barcelona:‭ ‬Círculo de Lectores,‭ ‬2009), donde se intenta dar la vuelta a los conceptos admitidos usualmente sobre civilización y barbarie.